Miguel Ángel Una vida épica

A los treinta y un años ya se le consideraba el mejor artista de Italia, y probablemente del mundo; pero para sus enemigos Miguel Ángel era arrogante, zafio y extravagante. Durante décadas, se movió en el centro de la vorágine en la que la historia de Europa se vio sumida durante el paso del Renacimiento a la Contrarreforma.

Como un héroe de la mitología clásica -similar al Hércules que esculpió en su juventud-, fue sometido a constantes pruebas. Esta biografía, fruto de una investigación minuciosa y capaz de englobarlo todo -desde las cartas de la época y aquellas primeras biografías repletas de chismes, hasta las últimas investigaciones acerca de Miguel Ángel- tiene también, en sí misma, algo de epopeya.

Para Martin Gayford , el mayor logro de Miguel Ángel no estriba tanto en sus mejores obras como en su inmensa personalidad, que transformó para siempre nuestra noción de lo que puede llegar a ser un artista.

Lucía pertenece a un equipo de investigación encargado de estudiar el comportamiento humano. Junto con su jefe, se desplaza a la frontera sur de México para trabajar en el caso de una chica de trece años asesinada por su prima de la misma edad y el novio de ambas en presencia de dos pequeños testigos de ocho y diez años. El suceso les genera fascinación y sienten que pueden marcar un hito profesional con él. Nada más comenzar las entrevistas a los padres, a los asesinos y a los testigos, Gabriel, el director del equipo, muere en un accidente automovilístico. A partir de ese momento, Lucía comienza a descubrir secretos oscuros de ese científico, también su amigo y su mentor, que la hacen pensar que el Gabriel que creía conocer y al que quería nunca existió.