Cuando te diga no soy primavera

La memoria es inestable en su forma. Es dinámica, pues va modificándose en la medida que aparecen actores y colaboran en la reconstrucción de ese recuerdo; analíticamente veleidosa, en tanto un acontecimiento del presente resignifica el pasado; parcial, ya que es un relato fragmentado, inacabado, con la cualidad de ser posible, ya que en el contexto que se evoca y el sujeto que narra son verosímiles.

Cuando te diga que NO soy primavera critica el encuadramiento de las memorias como un estado único que, para promover una moldura social, jerarquiza los recuerdos y las circunstancias, llevándolas a su invisibilidad. Se construye desde narraciones corales, objetos, imágenes, fotografías y anécdotas traducidas e integradas a la propia vivencia del autor. En consecuencia, es un relato reconocible, identificable y de fácil apropiación.

El libro se propuso un lenguaje heterogéneo, recurriendo a diversos géneros del periodismo sin delimitar sus fronteras, intentando alejarse de dos rasgos que priman en los textos académicos y periodísticos referidos al periodo y sus actores: la aspereza y la complejidad del habla académica, sumando a lo anecdótico y supuestamente descomprometido con la historia que predomina en el estilo periodístico.

Pongo así en circulación, o eso espero, un texto que reúne aspectos testimoniales, descriptivos e interpretativos de la generación que derrotó a Pinochet.