Un álbum de fotos hallado en una feria persa, con su apellido anotado al inicio, es el pretexto de la narradora de Poste restante para iniciar un viaje al pueblo de Ulanov, Ucrania, en búsqueda de sus orígenes; pero en el trayecto descubre -como anota Germán Marín- que este pasado es solo una ilusión: “El encuentro con aquellas ruinas, ayer una herencia, conforma este libro de viaje, testimonio por un lado, alucinación por otro”. Publicado por primera vez en 2001 y ahora revisado, este texto inclasificable acompaña al lector a perderse, no encontrarse, señaló Christian Kupchik, y ahonda en la vitalidad de la escritura como origen y destino.
“Escrito con una hipnótica perfección, al borde de la miniatura, Poste restante está hecho de epifanías calmas, lejos de la exaltación maníaca del viaje beat o del sesgo de denuncia del viaje guevarista. Observaciones delicadas pero políticas, sin afán de leer en el Otro buscando domesticar su sentido” María Moreno